Abejar y Lerma inauguran la temporada con la apertura de sus lonjas de trufa negra gestionadas por Cesefor
La nueva campaña de trufa negra (Tuber melanosporum) ya está en marcha en Castilla y León. Esta semana ha abierto sus puertas la lonja de la trufa negra de Abejar (Soria), un referente del sector que, por tercer año consecutivo, estará operativa durante toda la temporada trufera, de diciembre a marzo. Su objetivo es seguir consolidándose como punto de encuentro (cada lunes y jueves, salvo festivos) para productores, recolectores, comercializadores y profesionales ligados a este preciado recurso micológico. Para ello se ha contado nuevamente con la colaboración de la Asociación de Truficultores de Soria (Atrusoria).
Por otro lado, como novedad destacada, este año se suma por primera vez la lonja de trufa negra de Lerma (Burgos), que inicia su actividad con el mismo modelo de funcionamiento y vocación de servicio al sector. La Asociación de Truficultura de Burgos (Atrubur) y Cesefor se han ocupado de poner en marcha la iniciativa, que supone un impulso estratégico para la truficultura burgalesa y para el conjunto del territorio, ampliando las oportunidades de comercialización y garantizando transacciones transparentes y ajustadas al mercado. La lonja de Lerma estará activa cada martes, salvo festivos.
Ambas lonjas están gestionadas por Cesefor, que trabaja en coordinación con los ayuntamientos de Abejar y Lerma, cuyos consistorios han mostrado un firme compromiso con la valorización de la trufa negra como recurso sostenible, dinamizador y generador de actividad económica rural.
Las lonjas nacen para ofrecer un espacio regulado de compra-venta, fomentar la profesionalización del sector y aumentar la visibilidad de uno de los productos agroforestales más emblemáticos de Castilla y León. Además, permiten disponer de referencias actualizadas de precios y calidades, contribuyendo a fortalecer la cadena de valor de la trufa en un momento clave del año.
Con estas iniciativas, Abejar y Lerma se posicionan como centros neurálgicos de la truficultura en la región, reforzando la apuesta por un recurso con gran proyección y reconocido prestigio gastronómico.
